“FARMACIA DEL RELOJ”

La farmacia del reloj

La historia de la popularmente conocida como “farmacia del reloj” en Aspe se remonta al año 1905, cuando fue abierta por mi bisabuelo D. Francisco López Hernández, en un local situado en el mismo lugar donde actualmente está.

Durante este siglo, la farmacia ha ido evolucionando junto a las necesidades de la población.

En sus inicios, como todas las farmacias de la época, su actividad mayoritaria era la formulación magistral. En esos tiempos la industria farmacéutica no había «despegado» y casi todos los medicamentos se elaboraban en la propia farmacia. Mis abuelos me comentaban de pequeño como se hacían. De hecho cuando me «reñían» en la mesa por hacer pelotitas con la miga de pan me decían: «no hagas píldoras».

Poco a poco fueron apareciendo las especialidades farmacéuticas (elaboradas industrialmente), y fueron desplazando a las fórmulas magistrales. Surgieron también los típicos carteles de propaganda de estos medicamentos, que todos recordamos. Y así, llegó un momento en que la práctica totalidad de los medicamentos utilizados se desarrollan industrialmente, quedando las fórmulas magistrales relegadas a suplir carencias de la industria y a personalizar medicamentos para pacientes concretos.  Así la principal función del farmacéutico paso de elaborar medicamentos a adquirirlos, custodiarlos, conservarlos y dispensarlos.

Esto ha supuesto un gran aumento de los medicamentos disponibles y de su complejidad, surgiendo una serie de problemas derivados de la propia medicación. Se estima que un tercio de los ingresos hospitalarios por urgencias son a causa de los Resultados Negativos de la Medicación. Así, actualmente nuestra función se está orientando con los servicios de Atención Farmacéutica, a prevenir y actuar frente a estos Resultados Negativos, basándose en tres servicios fundamentales: Dispensación, Indicación farmacéutica y Seguimiento Farmacoterapéutico. De esta manera, ha virado el centro de atención desde el medicamento al paciente que utiliza el medicamento.

En la farmacia Dr. Javier Cremades hemos apostado por este cambio, pues estamos convencidos de los beneficios que aporta a la comunidad. Nuestra política se centra en dotar de la calidad precisa estos servicios y ofrecerlos a todos nuestros pacientes.