¡Para Cagarse!

Ha vuelto a pasar. Pablito se puso malo en el colegio y ahora te lo ha contagiado a ti, por eso llevas todo el día junto al Señor Roca tirando hasta los higadillos. El médico te ha dicho que es una gastroenteritis, y que te hidrates bien. Y tú quieres saber por qué el médico solo te ha dado agua para sobrellevar una muerte lenta y dolorosa. Como aún te quedan algunos días de vida, te propongo la siguiente lectura.

Gastroenteritis

Pues efectivamente lo que tienes es una gastroenteritis, que es una inflamación de la membrana interna del intestino. A Pablito le dolía la barriga, vomitaba, tenía diarrea y fiebre, y tú además tienes dolores musculares y dolor de cabeza. Estos son los síntomas comunes de la gastroenteritis.

El enemigo acecha

Hay varios. La gastroenteritis puede ser bacteriana, vírica o parasitaria, aunque los invasores más frecuentes son los virus, en concreto, los Rotavirus del Infierno y la Banda de los Norovirus.

Los amigos de Pablito

Probablemente habrá más niños en la clase de Pablito que estén enfermos. La gastroenteritis vírica puede propagarse fácilmente entre personas cercanas. En general, estos virus se trasmiten de manera fecal-oral. Sé que suena un poco asqueroso, pero no te lo imagines tan literal. Si no nos lavamos bien las manos después de ir al baño, podemos contaminar objetos y alimentos que luego toquen o coman otras personas. Algunos alimentos provienen de aguas que pueden estar contaminadas. Y, como os ha ocurrido a ti y a Pablito, el contacto estrecho también puede favorecer el contagio.

Tu médico no te odia

No hay un tratamiento específico ni ninguna pastilla mágica para la gastroenteritis. Si los síntomas son muy incapacitantes, como los vómitos o el dolor, sí que pueden utilizarse medicamentos para tratarlos, como antieméticos o analgésicos. Sin embargo, el organismo tiene que combatir la infección por él mismo. Por eso, el médico sólo te ha recomendado que te hidrates bien. Lo que nos lleva al siguiente punto.

Lo peor que puede pasar…

…es una deshidratación. Porque con los vómitos y la diarrea el organismo pierde mucha agua, que necesita reponer continuamente. Lo más conveniente al comienzo de los síntomas es beber frecuentemente y en pequeñas cantidades sueros de rehidratación oral. Ojo digo sueros de rehidratación oral y no bebidas como el Aquarius o similares, pues éstas contienen generalmente más sodio, menos potasio y más azucares de los deseables en estas circustancias. Ya se que no están tan buenos, pero en estos casos lo primero es lo primero. Cuando los síntomas vayan remitiendo, se pueden introducir en la dieta alimentos astringentes y sin fibra como arroz blanco, pechuga de pollo, pescado hervido y plátano. Cuando estés más recuperado, puedes volver al McDonald’s con los colegas. Los probióticos como S. boulardii o L. Reuteri también pueden ayudar a restablecer la flora bacteriana normal.

El colectivo sensible

Según el Ministerio de Sanidad, tanto en Europa, como a nivel mundial, el riesgo de hospitalización por rotavirus es máximo entre los niños menores de 2 años. También los ancianos y los inmunodeprimidos son grupos de riesgo.
Existen en el mercado dos vacunas, el Rotateq y el Rotarix, que confieren inmunidad frente a la infección por rotavirus si se administran a las pocas semanas de nacer.
Si necesitas más información sobre estas vacunas para Pablito, puedes venir a consultarnos a la farmacia cuando quieras. Estaremos encantados de resolverte las dudas.

Conclusiones
Bueno, espero haberte dejado tranquilo. Ni tu médico te quiere matar, ni tú te vas a morir. Eso sí, bebe muchos líquidos que no quiero que te quedes como una pasa, y ya verás como en unos días estarás mejor.

Bibliografía

https://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/ROTAVIRUS.pdf

https://www.cinfasalud.com/areas-de-salud/sintomas-y-enfermedades/gastroenteritis/